“In each space a dream, in every dream a story, in each story an artist.”
In Ballesta 4 building, a former brothel in Madrid, 11 rooms were occupied by 11 artists that reflected their dreams through installations. Each room, 2x3 m, had only a sink, bidet, door and window. The artists were able to participate freely space: painting, projecting images, introducing objects or furniture, etc.
Over fifteen days of June they remained exposed and, in addition to the opening party, it gave way all kinds of events to keep the audience awake.
Over fifteen days of June they remained exposed and, in addition to the opening party, it gave way all kinds of events to keep the audience awake.
“En cada espacio un sueño, en cada sueño una historia, en cada historia un artista.”
En el edificio Ballesta 4, un antiguo prostíbulo de Madrid, 11 habitaciones fueron ocupadas por 11 artistas que reflejaron sus sueños a través de instalaciones. Cada habitación, de 2x3 m., contaba únicamente con un lavabo, bidet, puerta y ventana. Los artistas podieron intervenir el espacio libremente: pintarlo, proyectar imágenes, introducir objetos o mobiliriario, etc.
En el edificio Ballesta 4, un antiguo prostíbulo de Madrid, 11 habitaciones fueron ocupadas por 11 artistas que reflejaron sus sueños a través de instalaciones. Cada habitación, de 2x3 m., contaba únicamente con un lavabo, bidet, puerta y ventana. Los artistas podieron intervenir el espacio libremente: pintarlo, proyectar imágenes, introducir objetos o mobiliriario, etc.
Durante quince días de junio permanecieron expuestos y, además de la fiesta de inauguración, dieron lugar todo tipo de acontecimientos para mantener al público en vela.
